Formación
- Alberto -
Que Alberto acabe de conseguir matrícula de honor en el grado 8 de batería en la Rock School (Rock Eschulo, en español) no oscurece, ni lo más mínimo, la gloria de mi álbum de cromos de Mazinger Z, envidia cochina del resto de mis compañeros de grupo.

Pero no nos llevemos a engaño, Alberto es un eterno repetidor que no ha abandonado todavía la escuela: Escuela de Música de Cambados (con 13 años); Conservatorio de música (con 18 años); Escuela de Música de Ribadumia (perdí la cuenta); Conservatorio de Coruña, Academia de Música Adagio Cantabile…
Su precoz carrera musical se ha visto apoyada y bendecida por los grandes gurús de las cuevas percusivas del Himalaya y por los Maestros Ascendidos de la milenaria ciudad secreta de Sambhala. En las cuevas, sentado a los santos pies y la santa roña de las santas uñas del venerable swami Baketananda, aprendió los grandes secretos de la técnica del kriya-bumba, nunca revelada a un occidental, con el propósito de iluminar ritmicamente el primer mundo.
También descubrió su pasada vida como piloto de caza bombarderos durante la II GM en arriesgados misiones sobre el Pacífico en las que era jefe de grupo de mi escuadrilla.
No todo fue, sin embargo, un camino derecho; hubo una época en la que extravió la luz, atraído por entidades del Inframundo, como los temidos demonios charangas, o por las seductoras y caníbales huríes sabrosonas de la Urkesta. Pero hoy, por fin, ha retomado el Heavy Metal y la ciudad de Sambhala brilla de orgullo casi tanto como Vigo en Navidad.